BUENAS PRACTICAS ESTUDIANTES CON TEA



1.- PRESENTACIÓN.


Autism&Uni es un proyecto financiado por la UE con socios en cinco países que tiene como objetivo apoyar a un mayor número de jóvenes adultos con TEA, ayudarles a acceder a la educación superior y a recorrer con éxito el camino de esa transición.

Para obtener información sobre las necesidades y aspiraciones de los estudiantes con autismo y definir las buenas prácticas actuales, se realizó una encuesta en forma de cuestionario, hablando con los estudiantes sobre sus experiencias y revisando las publicaciones científicas y profesionales para  definir la oferta educativa y la legislación relativa a los niños y jóvenes europeos con TEA. Dicha investigación ha demostrado que los estudiantes con autismo que quieren entrar y tener éxito en la enseñanza superior, deben superar un gran número de retos:

A) El entorno social y físico • dificultad para captar las reglas sociales no escritas en la interacción con los tutores y compañeros de clase • dificultad para tolerar el ruido de fondo, la iluminación, las aglomeraciones u otros aspectos sensoriales del entorno universitario • gestión del aislamiento social que, a menudo, está asociado a la vida en un entorno nuevo. 

B) La falta del apoyo adecuado • falta de acceso a una atención adecuada desde el principio • énfasis en las «deficiencias» del autismo, en lugar de en las cualidades que aportan los estudiantes • falta de consistencia en adaptaciones razonables, servicios específicos del autismo y apoyo personal. 

C) Expectativas poco realistas • realidad del estudio universitario • contenido del objeto de estudio o curso • rendir al mismo nivel —elevado— que durante la educación secundaria • intereses y dedicación de los compañeros.

D) Retos en materia de evaluación (incluso cuando el estudiante domina la materia) • dificultades para interpretar correctamente los enunciados ambiguos de las tareas asignadas • incomprensión de por qué hay que hacer algo • dificultad para planificar los estudios y la revisión • incertidumbre sobre cuánto tiempo dedicar a una tarea asignada. 

E) La transición a la vida adulta requiere un mayor esfuerzo que el que necesitaría un estudiante promedio • mudarse lejos de casa por primera vez • gestión del tiempo y establecimiento de rutinas • desconocimiento de la defensa eficaz de uno mismo.


2.- ÁMBITO.


El proyecto Autism&Uni apoya a los estudiantes durante este período de transición crítico a través de un conjunto de herramientas en líneadisponible en varios idiomas y se puede adaptar a las necesidades específicas de la universidad, el entorno y la estructura de soporte.

Se ha desarrollado gracias a la ayuda de los estudiantes con autismo, sus padres, tutores universitarios, profesores de colegio y personal de apoyo. Resume los resultados y destaca las mejores prácticas, particularmente en los países socios del proyecto: Reino Unido, Finlandia, Países Bajos, Polonia y España, mediante encuestas y entrevistas realizadas en estos países durante el año 2014.

Los participantes en el ejercicio para definir Autism&Uni expresaron su preocupación por no ajustarse al perfil típico de lo que la gente espera de un estudiante con autismo; por ejemplo: ser mujer, ser elocuente, no parecer que siempre necesita ayuda, ser lesbiana, gay, bisexual o transexual (LGBT). Este problema se refleja en el trato que, en ocasiones, reciben los estudiantes que no se corresponden con este estereotipo por parte del personal de la universidad y sus compañeros de estudios, y en cómo se retrata el autismo en la literatura de apoyo.

En un estudio llevado a cabo por la Fundación Universia (2018) sobre el grado de inclusión del sistema universitario español respecto de la realidad de la discapacidad, el total de estudiantes con discapacidad es de 21.435, lo que supone el 1,5% de alumnado de una muestra recogida de 65 universidades tanto públicas como privadas. De ellos, el 14,8% se clasifican en la categoría de discapacidad psíquica (es en este grupo en el que estarían englobados los alumnos con trastorno del espectro autista)


3.- IMPACTO Y RESULTADOS.


Algunas instituciones europeas de educación superior ya ofrecen combinaciones de los siguientes servicios y adaptaciones

  • planes de evaluación y apoyo por parte de equipos de la universidad especializados en discapacidad,
  • más tiempo y un aula separada para los exámenes, 
  • permiso para usar portátiles para poder redactar los exámenes escritos a ordenador,
  • aclaración de los enunciados ambiguos por parte de un auxiliar durante los exámenes y las tareas de estudio, 
  • matrícula reducida,
  • organización especial del alojamiento para los estudiantes, 
  • software de asistencia en todos los equipos de la universidad o de uso individual,
  • tutorías u orientación personal,
  • participación adicional de los asesores de estudio, incluido tiempo adicional asignado a la planificación y a la transmisión de información sobre las necesidades del estudiante al personal académico, 
  • sesiones individuales o en grupo con asesores de estudio especializados en autismo, 
  • organización alternativa o especial para trabajos en grupo y presentaciones orales,
  • mapas, direcciones escritas y otro tipo de apoyo para ayudar a encontrar lugares de estudio, 
  • entrega por adelantado de todas las diapositivas del curso, 
  • permiso para grabar las clases,
  • asientos designados, equipos etc. en salas de conferencias y aulas.


4.- PUNTOS FUERTES Y DEBILIDADES.


Las necesidades de los alumnos con autismo se deberían estimar con detenimiento. Un buen sistema es contar con profesionales e instituciones educativas involucradas en dicha evaluación. Sin embargo, cuando se están valorando tales necesidades, el foco se centra en las limitaciones y debilidades detectadas en el alumno. 

El objetivo de la evaluación del estudiante debe ser más amplio: también consiste en una «evaluación de oportunidades» que le permita desarrollar sus recursos, sus intereses y sus mecanismos de acción para aumentar la confianza y ayudarle a sacar el máximo provecho de la experiencia universitaria. Esto también permite a los alumnos con autismo que desean conseguir los grados superiores, y quizá continuar los estudios de posgrado, compartir sus aspiraciones y asegurarse de que cualquier apoyo que reciben es adecuado y respeta tanto sus dificultades como sus ambiciones.

Vigilar y volver a evaluar es un buen método. La situación cambia y hay alumnos que necesitan apoyo adicional en etapas posteriores, como cuando preparan su tesis. 

Es, asimismo, un buen sistema contar con centros de evaluación donde se garanticen métodos de evaluación homogéneos y cierto nivel de experiencia en el TEA. La centralización y la regulación son aspectos clave de los servicios de evaluación cuando un país o institución de enseñanza superior quiere ofrecer apoyo a todos por igual y no solo a unos pocos afortunados. 

El hecho de dar información y servicios a alumnos «no tradicionales» suele «encasillarles»: discapacitados físicos, con dificultades específicas del aprendizaje, maduros, internacionales, LGBT, de color y minoría étnica, alumnos a tiempo parcial, a distancia, con ingresos bajos, emigrantes, etc. Es importante que las páginas web, los folletos impresos y otros materiales de promoción reflejen la diversidad en todos esos grupos para que los estudiantes puedan descubrir, acceder y vincularse con la información adecuada y con los servicios disponibles


ENLACES:

informe_laeducacionuniversitariaparaestudiantescontea_vf2021.pdf (autismo.org.es)

(PDF) Estudiantes universitarios con trastornos del espectro del autismo: revisión de sus necesidades y notas para su atención (researchgate.net)

autismuni-guia3.pdf (uam.es)

www.autism-uni.org/toolkits

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